La escuela de la Señorita Olga...

Quiero contar una de las grandes experiencias educativas que se han llevado a cabo en la práctica, una experiencia educativa que todavía se mantiene en el recuerdo de aquellos que tuvieron la oportunidad de vivirla. La escuela de la Señorita Olga, fue una escuela diferente para la época en la que se vivió e incluso para nuestros días, pudiendo ser un punto de referencia de cómo encauzar la práctica educativa y los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Fue una escuela experimental, cuyos principios están muy vinculados a los de la Escuela Nueva. Uno de sus pilares es  que el niño construyera su aprendizaje mediante la experiencia, donde los contenidos cobraran significado y pudieran ser aplicados a la vida. Una educación vinculada y en contacto con el medio, donde el aula no se limitaba a ser cuatro paredes, el conocimiento estaba fuera, en la naturaleza, en lo todo lo que rodeaba al alumno.

La escuela de la señorita Olga, trataba de fomentar en el niño la creatividad, la imaginación, el alumno podía expresarse libremente, el arte estaba en el vivir cotidiano, cada alumno respondía a una manera personal de observar y entender la realidad, por ello, no había un cuaderno de trabajo igual.

Una escuela que preparo al alumno para vivir su realidad, una escuela que fue capaz de hacer aprender y descubrir mediante la satisfacción y el disfrute de sus alumnos, una escuela que hizo del aprendizaje algo natural, una escuela diferente y que no debe caer en el olvido.